Encontrados 987 resultados para: muerte al pecado

  • pero el texto dice: por un momento lo hiciste más bajo que los ángeles. Esto se refiere a Jesús, que, como precio de su muerte dolorosa, ha sido coronado de gloria y honor. Fue una gracia de Dios que experimentara la muerte por todos. (Carta a los Hebreos 2, 9)

  • Puesto que esos hijos son de carne y sangre, Jesús también experimentó esta misma condición y, al morir, le quitó su poder al que reinaba por medio de la muerte, es decir, al diablo. (Carta a los Hebreos 2, 14)

  • De este modo liberó a los hombres que, por miedo a la muerte, permanecían esclavos en todos los aspectos de su vida. (Carta a los Hebreos 2, 15)

  • Más bien anímense mutuamente cada día, mientras dura ese hoy; que ninguno de ustedes se deje arrastrar por el pecado y llegue a endurecerse. (Carta a los Hebreos 3, 13)

  • ¿Quiénes son los que cansaron a Dios durante cuarenta años? Los que habían pecado, por lo que perecieron y sus cadáveres quedaron en el desierto. (Carta a los Hebreos 3, 17)

  • Nuestro sumo sacerdote no se queda indiferente ante nuestras debilidades, pues ha sido probado en todo igual que nosotros, a excepción del pecado. (Carta a los Hebreos 4, 15)

  • Todo sumo sacerdote es tomado de entre los hombres, y le piden representarlos ante Dios y presentar sus ofrendas y víctimas por el pecado. (Carta a los Hebreos 5, 1)

  • En los días de su vida mortal, presentó ruegos y súplicas a aquel que podía salvarlo de la muerte; este fue su sacrificio, con grandes clamores y lágrimas, y fue escuchado por su religiosa sumisión. (Carta a los Hebreos 5, 7)

  • Así había de ser nuestro Sumo Sacerdote: santo, sin ningún defecto ni pecado, apartado del mundo de los pecadores y elevado por encima de los cielos. (Carta a los Hebreos 7, 26)

  • pero con toda seguridad la sangre de Cristo, que se ofreció a Dios por el Espíritu eterno como víctima sin mancha, purificará nuestra conciencia de las obras de muerte, para que sirvamos al Dios vivo. (Carta a los Hebreos 9, 14)

  • Por eso Cristo es el mediador de un nuevo testamento o alianza. Por su muerte fueron redimidas las faltas cometidas bajo el régimen de la primera alianza, y desde entonces la promesa se cumple en los que Dios llame para la herencia eterna. (Carta a los Hebreos 9, 15)

  • Cuando hay un testamento, se debe esperar a la muerte del testador. (Carta a los Hebreos 9, 16)


“O passado não conta mais para o Senhor. O que conta é o presente e estar atento e pronto para reparar o que foi feito.” São Padre Pio de Pietrelcina