Encontrados 246 resultados para: mucho

  • Lo dice la Escritura: Al que tenía mucho no le sobraba y al que tenía poco no le faltaba. (2º Carta a los Corintios 8, 15)

  • ¿Que mi oratoria deja mucho que desear? Tal vez; pero no mi conocimiento, como se lo he probado ya de mil maneras y en cualquier asunto. (2º Carta a los Corintios 11, 6)

  • no es mucho que sus servidores se disfracen también de servidores del bien. Pero su fin será el que se merecen sus obras. (2º Carta a los Corintios 11, 15)

  • Empiezo a hablar como un loco: yo lo soy más que ellos. Más por mis numerosas fatigas, más por el tiempo pasado en cárcel, mucho más por los golpes recibidos, y muchas veces me encontré en peligro de muerte. (2º Carta a los Corintios 11, 23)

  • Esa gente les demuestra mucho interés, pero no es para bien; quieren apartarlos de mí y que se interesen por ellos. (Carta a los Gálatas 4, 17)

  • A Dios, cuya fuerza actúa en nosotros y que puede realizar mucho más de lo que pedimos o imaginamos, (Carta a los Efesios 3, 20)

  • Examinen, pues, con mucho esmero su conducta. No anden como tontos, sino como hombres responsables. (Carta a los Efesios 5, 15)

  • Estoy apretado por los dos lados: por una parte siento gran deseo de largarme y estar con Cristo, lo que sería sin duda mucho mejor. (Carta a los Filipenses 1, 23)

  • En realidad, él los echaba mucho de menos y estaba preocupado al saber que ustedes estaban al tanto de su enfermedad. (Carta a los Filipenses 2, 26)

  • Celebren, pues, alegremente su llegada, como conviene en el Señor, y estimen mucho a personas como él, (Carta a los Filipenses 2, 29)

  • Sentí mucho gozo en el Señor al ver florecer en ustedes esa preocupación por mí. En realidad pensaban en mí, sólo que les faltaba una ocasión. (Carta a los Filipenses 4, 10)

  • Les puedo asegurar que los ha echado mucho de menos, lo mismo que a los de Laodicea y de Hierápolis. (Carta a los Colosenses 4, 13)


“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina