Encontrados 145 resultados para: largo
Sabes muy bien, hijo de hombre, que los hijos de tu pueblo hablan de ti a lo largo de los muros y en las puertas de las casas, se dicen unos a otros: "Vamos a escuchar lo que viene de Yavé". (Ezequiel 33, 30)
Esto dice Yavé: ¿No eres tú aquel de quien hablaba en los tiempos antiguos por boca de mis servidores, los profetas de Israel? Desde esos días y a lo largo de los años han profetizado que te haría venir en contra de ellos. (Ezequiel 38, 17)
Un muro, alrededor de toda la Casa, la separaba del exterior. El hombre tenía en la mano una vara para medir que llegaba a los seis codos de largo. Midió esa construcción: una vara de espesor y otra de alto. (Ezequiel 40, 5)
Cada una de las piezas medía una vara de largo y otra de ancho, los pilares que separaban a las piezas tenían cinco codos de espesor. (Ezequiel 40, 7)
Midió el ancho de la entrada del pórtico: diez codos; el pórtico como tal medía trece codos de largo. (Ezequiel 40, 11)
midió el largo y ancho del pórtico que daba al patio exterior. (Ezequiel 40, 20)
Las seis piezas repartidas a ambos lados, los pilares y el vestíbulo tenían las mismas dimensiones que en el primer pórtico; su largo era de cincuenta codos y su profundidad, de veinticinco. (Ezequiel 40, 21)
Sus piezas, sus pilares y su vestíbulo tenían las mismas dimensiones; el pórtico y su vestíbulo tenían ventanas a su alrededor, el largo del pórtico era de cincuenta codos y su ancho de veinticinco. (Ezequiel 40, 29)
Lo rodeaban vestíbulos de veinte codos de largo y cinco de ancho. (Ezequiel 40, 30)
La entrada tenía sus piezas, sus pilares, su vestíbulo con ventanas en derredor, su largo era de cincuenta codos y su ancho de veinticinco. (Ezequiel 40, 36)
Las cuatro mesas para el holocausto eran de piedra tallada de un codo y medio de largo, de uno y medio de ancho y uno de alto. En las meses se colocaban los instrumentos con los que se degollaban las víctimas para los holocaustos y los diversos sacrificios; (Ezequiel 40, 42)
Midió el patio, era cuadrado, de cien codos de largo y cien de ancho. El altar estaba frente a la Casa. (Ezequiel 40, 47)