Encontrados 145 resultados para: largo
A lo largo del camino proclamen: ¡El Reino de los Cielos está ahora cerca! (Evangelio según San Mateo 10, 7)
Y mientras sembraba, unos granos cayeron a lo largo del camino: vinieron las aves y se los comieron. (Evangelio según San Mateo 13, 4)
Cuando uno oye la palabra del Reino y no la interioriza, viene el Maligno y le arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Ahí tienen lo que cayó a lo largo del camino. (Evangelio según San Mateo 13, 19)
Al ir sembrando, una parte de la semilla cayó a lo largo del camino, vinieron los pájaros y se la comieron. (Evangelio según San Marcos 4, 4)
Los que están a lo largo del camino cuando se siembra, son aquellos que escuchan la Palabra, pero en cuanto la reciben, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. (Evangelio según San Marcos 4, 15)
Jesús vio que sus discípulos iban agotados de tanto remar, pues el viento les era contrario, y antes de que terminara la noche fue hacia ellos caminando sobre el mar, como si quisiera pasar de largo. (Evangelio según San Marcos 6, 48)
Muchas personas extendían sus capas a lo largo del camino, mientras otras lo cubrían con ramas cortadas en el campo. (Evangelio según San Marcos 11, 8)
«El sembrador salió a sembrar. Al ir sembrando, una parte del grano cayó a lo largo del camino, lo pisotearon, y las aves del cielo lo comieron. (Evangelio según San Lucas 8, 5)
Los que están a lo largo del camino son los que han escuchado la palabra, pero después viene el diablo y la arranca de su corazón, pues no quiere que crean y se salven. (Evangelio según San Lucas 8, 12)
Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, tomó el otro lado y pasó de largo. (Evangelio según San Lucas 10, 32)
Judas y Silas, que también eran profetas, dieron ánimo y confortaron a los hermanos con un largo discurso. (Hecho de los Apóstoles 15, 32)
Pensaban que se iba a hinchar o caer muerto de repente, pero después de esperar largo rato, vieron que no le pasaba nada. Entonces cambiaron de parecer y decían que era un dios. (Hecho de los Apóstoles 28, 6)