Encontrados 168 resultados para: embargo

  • A tu pueblo, sin embargo, le distribuías el alimento de los ángeles; le enviabas desde el cielo incansablemente un pan ya listo, que tenía en sí todos los sabores y se adaptaba al gusto de cada cual. (Sabiduría 16, 20)

  • Para tus santos, sin embargo, resplandecía la luz. Los egipcios no los veían, pero los oían y pensaban que habían tenido mucha suerte al librarse de ellas. (Sabiduría 18, 1)

  • Fue como si los diferentes elementos del mundo intercambiaran sus propiedades, igual como en la cítara la alternancia de los sonidos cambia el ritmo, conservando sin embargo cada nota su propia tonalidad. Y si se examinan los hechos, eso fue justamente lo que pasó. (Sabiduría 19, 18)

  • ¿Qué es más luminoso que el sol? Y sin embargo va declinando. ¡Qué error más grande es la pretensión de un ser de carne y hueso! (Sirácides (Eclesiástico) 17, 31)

  • Sé sin embargo generoso con el prójimo, no lo dejes esperando tu limosna. (Sirácides (Eclesiástico) 29, 8)

  • El Señor sin embargo, en su sabiduría, los separó, poniéndolos en diferentes caminos. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 11)

  • Sin embargo no irán a buscarlos para el consejo del pueblo ni se fijarán en ellos en la asamblea. No se sentarán en el tribunal porque no están familiarizados con la Ley. (Sirácides (Eclesiástico) 38, 33)

  • Y si quedara solamente la décima parte, también habría de ser entregada al fuego, como hacen con la raíz de la encina y del roble. De la raíz, sin embargo, brotará una raza santa.» (Isaías 6, 13)

  • El, sin embargo, no entiende mi proyecto, ni lo cree así su corazón, pues su intención es destruir y desmenuzar a no pocas naciones. (Isaías 10, 7)

  • Sin embargo, ahora, Yavé, Dios nuestro, líbranos de caer en sus manos, te lo suplico, para que todos los reinos de la tierra sepan que tú eres el único Dios, ¡Yavé!» (Isaías 37, 20)

  • Dejen salir al pueblo ciego, pero que tiene ojos, sordo y que sin embargo tiene oídos. (Isaías 43, 8)

  • Mientras que yo pensaba: «He trabajado en balde, en vano he gastado mis fuerzas, para nada.» Yavé, sin embargo, protegía mis derechos, mi Dios guardaba mi salario, pues soy importante para Yavé, y mi Dios e hizo mi fuerza. (Isaías 49, 4)


“Somente por meio de Jesus podemos esperar a salvação.” São Padre Pio de Pietrelcina