Encontrados 168 resultados para: embargo

  • Sin embargo, hemos decidido mandarles embajadores que renueven la fraternidad y amistad que nos une a ustedes, para evitar que a la larga, pasemos a ser para ustedes como extranjeros, pues ha pasado mucho tiempo desde que nos enviaron embajadores. (1 Macabeos 12, 10)

  • Judas Macabeo, sin embargo, y con él otros diez, se habían retirado al desierto, aceptando compartir la vida de los animales salvajes. Allí se alimentaban con puras legumbres, pues no querían comer carnes impuras. (2 Macabeos 5, 27)

  • Pero él, fijando los ojos en el rey, le decía: «Aunque mortal, tienes la autoridad sobre los hombres y haces lo que quieres. Sin embargo, no pienses que nuestra raza esté abandonada por Dios. (2 Macabeos 7, 16)

  • Por encima de todo se debe admirar y recordar a la madre de ellos, que vio morir a sus siete hijos en el espacio de un día. Lo soportó, sin embargo, e incluso con alegría, por la esperanza que ponía en el Señor. Llena de nobles sentimientos, (2 Macabeos 7, 20)

  • Este debió de darse cuenta que Judas se le había escapado sin deslealtad. Sin embargo, se presentó al Templo Santo en el momento en que los sacerdotes ofrecían los sacrificios rituales y les exigió que le entregaran a Judas. (2 Macabeos 14, 31)

  • Interminable era la multitud de los que venían a rendirle homenaje. Un día, sin embargo, no estarán más contentos con él. Esas son pues cosas que no duran: se corre tras el viento. (Eclesiastés (Qohelet) 4, 16)

  • Sin embargo busco todavía: un hombre entre mil y lo encontré; pero una mujer entre todas, y no la he hallado. (Eclesiastés (Qohelet) 7, 28)

  • Pues por màs que el pecador haga cien veces lo que es malo, se le deja todo su tiempo. (Sé sin embargo que la felicidad es para los que temen a Dios y que lo respetan. (Eclesiastés (Qohelet) 8, 12)

  • En la ciudad, sin embargo, había un hombre muy vivo, un hombre muy ordinario, y gracias a su astucia la ciudad se salvó. Pero como era un hombre muy ordinario, nadie pensó más en él. (Eclesiastés (Qohelet) 9, 15)

  • Los impíos sin embargo llaman a la muerte con gestos y palabras; ven en ella a una amiga y se han prendado de ella; han hecho con ella un pacto y se hacen merecedores de caer en sus manos. (Sabiduría 1, 16)

  • Pero, al castigarlos progresivamente, les dabas oportunidad para que se arrepintieran. No ignorabas sin embargo que su interior era perverso y que su maldad era innata, y que no cambiarían, (Sabiduría 12, 10)

  • Y sin embargo, ya sea que se trate de sus negocios, ya sea de su matrimonio o de sus hijos, no se avergüenza de dirigirle la palabra a esa cosa sin vida. ¡Para tener salud invoca a un objeto sin fuerza; (Sabiduría 13, 17)


“Jesus vê, conhece e pesa todas as suas ações.” São Padre Pio de Pietrelcina