Encontrados 168 resultados para: embargo

  • Sé sin embargo que el amor de Dios no está en ustedes, (Evangelio según San Juan 5, 42)

  • Sin embargo, como ya les dije, ustedes se niegan a creer aun después de haber visto. (Evangelio según San Juan 6, 36)

  • Jesús les dijo: «¿No los elegí yo a ustedes, a los Doce? Y sin embargo uno de ustedes es un diablo.» (Evangelio según San Juan 6, 70)

  • Sin embargo, cuando se enteró de que Lázaro estaba enfermo, permaneció aún dos días más en el lugar donde se encontraba. (Evangelio según San Juan 11, 6)

  • Ustedes, sin embargo, lo entregaron a los paganos para ser crucificado y morir en la cruz, y con esto se cumplió el plan que Dios tenía dispuesto. (Hecho de los Apóstoles 2, 23)

  • Sin embargo, unos hombres de Chipre y de Cirene que habían llegado a Antioquía, se dirigieron también a los griegos y les anunciaron la Buena Noticia del Señor Jesús. (Hecho de los Apóstoles 11, 20)

  • Algunos hombres, sin embargo, se unieron a él y abrazaron la fe, entre ellos Dionisio, miembro del Areópago, una mujer llamada Damaris y algunos otros. (Hecho de los Apóstoles 17, 34)

  • Dice sin embargo a Moisés: Seré misericordioso con quien quiera serlo, y me compadeceré de quien quiera compadecerme. (Carta a los Romanos 9, 15)

  • Sin embargo, me atreví a hablarles con franqueza para recordarles algunas cosas. Lo hago con la autoridad que Dios me dio (Carta a los Romanos 15, 15)

  • Yo puse los cimientos como buen arquitecto, pues recibí ese talento de Dios, y otro construye encima. Que cada uno, sin embargo, se pregunte cómo construye encima. (1º Carta a los Corintios 3, 10)

  • Sin embargo, la mayoría de ellos no agradaron a Dios y sus cuerpos quedaron en el desierto. (1º Carta a los Corintios 10, 5)

  • Sin embargo, por la gracia de Dios soy lo que soy y el favor que me hizo no fue en vano; he trabajado más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios que está conmigo. (1º Carta a los Corintios 15, 10)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina