Encontrados 113 resultados para: culto judío

  • Entrarán a mi santuario y se aproximarán a mi mesa para servirme; tendrán a su cargo mi culto. (Ezequiel 44, 16)

  • Cuando salgan donde está el pueblo en el patio exterior, se sacarán las vestimentas con que celebraron el culto; las dejarán en las salas santas y se pondrán otra ropa para que el pueblo no entre en contacto con sus vestimentas sagradas. (Ezequiel 44, 19)

  • Entonces ellos dijeron en presencia del rey: «Daniel, el desterrado judío, no hace caso de ti, ni de la prohibición que firmaste, y reza tres veces al día. (Daniel 6, 14)

  • Al enterarse los babilonios de esto, se indignaron y se amotinaron contra el rey, diciendo: «El rey se ha hecho judío, destruyó a Bel, mató a la serpiente, y suprimió a los sacerdotes.» (Daniel 14, 28)

  • Así habla Yavé de los ejércitos: En esos días diez hombres, de distinta nacionalidad cada uno, agarrarán por el manto a un judío, suplicándole: «Queremos ir con ustedes, pues hemos oído decir que Dios está con ustedes.» (Zacarías 8, 23)

  • El culto que me rinden no sirve de nada, las doctrinas que enseñan no son más que mandatos de hombres.» (Evangelio según San Mateo 15, 9)

  • El culto que me rinden de nada sirve; las doctrinas que enseñan no son más que mandatos de hombres. (Evangelio según San Marcos 7, 7)

  • Salió, pues, a predicar por las sinagogas del país judío. (Evangelio según San Lucas 4, 44)

  • Lo mismo se rumoreaba de él en todo el país judío y en sus alrededores. (Evangelio según San Lucas 7, 17)

  • Entre los fariseos había un personaje judío llamado Nicodemo. Este fue de noche a ver a Jesús y le dijo: (Evangelio según San Juan 3, 1)

  • Un día los discípulos de Juan tuvieron una discusión con un judío sobre la purificación espiritual. (Evangelio según San Juan 3, 25)

  • La samaritana le dijo: «¿Cómo tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Se sabe que los judíos no tratan con los samaritanos). (Evangelio según San Juan 4, 9)


“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina