Encontrados 113 resultados para: culto judío

  • Todas las naciones paganas acataron el decreto del rey y, en Israel mismo, muchos aceptaron este culto. Sacrificaron a los ídolos y ya no respetaron el Sábado. (1 Macabeos 1, 43)

  • Cuando terminó de decir estas palabras, un judío se adelantó a la vista de todos para ofrecer incienso sobre el altar que se había construido en Modín, según el decreto del rey. (1 Macabeos 2, 23)

  • Luego instalaría extranjeros en todo el territorio judío, repartiendo la tierra entre ellos. (1 Macabeos 3, 36)

  • Gorgias llegó de noche al campamento judío, donde no encontró a nadie. Comenzó entonces a buscarlos por los cerros, pensando: «Huyen de nosotros.» (1 Macabeos 4, 5)

  • «Que a los romanos y el pueblo judío les vaya bien por mar y por tierra para siempre, que la espada y el enemigo estén siempre lejos de ellos. (1 Macabeos 8, 23)

  • Los tres distritos de Samaria que fueron agregados a Judea, se considerarán como parte del territorio judío y, para que no haya conflicto de poderes, no estarán sometidos a otra autoridad que la del sumo sacerdote. (1 Macabeos 10, 38)

  • Regalo la ciudad de Tolemaida y su territorio al Templo de Jerusalén para cubrir los gastos del culto. (1 Macabeos 10, 39)

  • Remito, además, las cinco mil monedas de plata que cada año se cobraban de los tributos del Templo, y se las doy a los sacerdotes que están a cargo del culto. Todo aquel que por deudas con los impuestos reales o por cualquier otra deuda, (1 Macabeos 10, 42)

  • Los de la fortaleza, en Jerusalén, ya no podían salir de ella ni entrar al territorio judío para comprar o vender, y pasaron mucha escasez, muriendo de hambre muchos de ellos. (1 Macabeos 13, 49)

  • A nosotros nos han llegado mensajeros de los judíos, nuestros amigos y aliados, mandados por el sumo sacerdote Simón y por el pueblo judío, para renovar la amistad y alianza de siempre. (1 Macabeos 15, 17)

  • Pues Dios acaba de salvar a todo su pueblo y de devolver a todos la tierra de su herencia; nos ha permitido recuperar su reino y el Templo, y restablecer el culto que se le da en ese Templo, como nos lo tenía ordenado en su Ley. (2 Macabeos 2, 17)

  • Ya no se permitía celebrar el sábado u observar las costumbres de nuestros padres; no podía uno ni siquiera declarar que era judío. (2 Macabeos 6, 6)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina