Encontrados 183 resultados para: Morir

  • tú sabes que éstos me han levantado un falso testimonio. Mira que voy a morir sin haber hecho nada de lo que su maldad ha planeado contra mí. (Daniel 13, 43)

  • Tú dictabas sentencias injustas, condenabas a los inocentes y absolvías a los culpables, cuando el Señor ha dicho: «No harás morir al inocente justo». (Daniel 13, 53)

  • Efraím se está muriendo, sus raíces se están secando y ya no habrá más frutos. Y aunque tengan hijos, yo haré morir el apreciado fruto de su seno. (Oseas 9, 16)

  • ¿Quién sabe si Dios se arrepentirá y cesará su enojo, de manera que no nos haga morir?» (Jonás 3, 9)

  • Oh Yavé, te ruego que tomes mi vida, pues ahora es mejor para mí morir que vivir.» (Jonás 4, 3)

  • Al salir el sol, Yavé hizo soplar viento caliente desde el este. El sol acaloró tanto a Jonás que éste se desmayó. Se deseó la muerte y dijo: «Mejor es morir que vivir.» (Jonás 4, 8)

  • Entonces Yavé le preguntó: «¿Te parece bien enojarte por este ricino?» Jonás respondió: «Sí, tengo razón para estar enojado hasta el punto de querer morir.» (Jonás 4, 9)

  • Mi Dios, mi Santo ¿no eres tú el Yavé de antes que no puede morir? ¿Has hecho de este pueblo, oh Yavé, el instrumento de tu justicia? ¿Acaso lo has escogido, Roca mía, para corregirnos? (Habacuc 1, 12)

  • Mientras Jesús hablaba, llegó un jefe de los judíos, se postró delante de él y le dijo: «Mi hija acaba de morir, pero ven, pon tu mano sobre ella, y vivirá.» (Evangelio según San Mateo 9, 18)

  • Le contestaron: «Hará morir sin compasión a esa gente tan mala, y arrendará la viña a otros labradores que le paguen a su debido tiempo.» (Evangelio según San Mateo 21, 41)

  • Pedro insistió: «Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré». Y los demás discípulos le aseguraban lo mismo. (Evangelio según San Mateo 26, 35)

  • Al amanecer, todos los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías celebraron una reunión para decidir la manera de hacer morir a Jesús. (Evangelio según San Mateo 27, 1)


“Seja perseverante nas orações e nas santas leituras.” São Padre Pio de Pietrelcina