6. Esdras bendijo a Yavé, el Dios grande; y todo el pueblo, alzando las manos, respondió: «¡Amén! ¡Amén!» Y se postraron rostro en tierra.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina