7. Después de reflexionar, llamé la atención a los notables y a los consejeros, diciéndoles: «¿Por qué ustedes no tienen lástima de sus hermanos?» Debido a eso reuní una gran asamblea





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina