3. Tus amores son un vino exquisito, suave es el olor de tus perfumes, y tu nombre, ¡un bálsamo derramado!; por eso se enamoran de ti las jovencitas. ¡Llévame! Corramos tras de ti.





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina