Bíblia Católica
 

2 Crónicas, 14

12. Asá y la gente que estaba con él los persiguieron hasta Guerar y cayeron de los etíopes hasta no quedar uno vivo, pues fueron destrozados delante de Yavé y su campamento; y se recogió un botín inmenso.

Versículos relacionados com 2 Crónicas, 14:

2 Crónicas 14 narra la historia del rey Asa de Judá, quien hizo lo bueno y hecto ante el Señor, fortaleciendo las ciudades de Judá y superando una gran batalla contra el ejército etíope que lo amenazó. Los versos seleccionados son:

Deuteronomio 20:4 - "Para el Señor, tu Dios, te acompaña y luchará por ti contra tus enemigos para darte la victoria". Este versículo ilustra cómo el ala fue victoriosa en la batalla contra los etíopes porque tenía la ayuda de Dios.

Proverbios 21:31 - "El caballo está preparado para el día de la batalla, pero la victoria proviene del Señor". Este versículo destaca la importancia de prepararse para la batalla, pero el Señor otorga la victoria.

Salmo 33:16-17 - "El rey no es salvado por el tamaño de su ejército; el guerrero no escapa de su gran fuerza. El caballo es una vana esperanza de victoria; a pesar de su gran fuerza, no puede salvar". Este versículo enfatiza que la victoria depende no solo del tamaño o la fuerza del ejército, sino de la ayuda de Dios.

2 Crónicas 20:12 - "No sabemos qué hacer, pero nuestros ojos se vuelven hacia ti". Este versículo muestra la confianza de Asa en Dios y su dependencia de la orientación divina.

2 Crónicas 20:17 - "No necesitarán pelear en esta batalla. Tome sus posiciones; sigan siendo firmes y vea la liberación que el Señor les dará, oh Judá y Jerusalén. No tengan miedo o desanimados. Salen a Enfrétalos mañana, y el Señor estará contigo '". Este versículo muestra cómo Dios garantizó la victoria para Asa y su ejército sin la necesidad de pelear en la batalla.





“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina