93. Después Nabucodonosor se acercó a la boca del horno de fuego ardiente y dijo: "¡Sidrac, Misac y Abdénago, siervos del Dios altísimo, salid fuera y venid aquí!". Sidrac, Misac y Abdénago salieron del fuego.





“Ele e ouvir a Sua voz por meio das Suas inspirações e iluminações interiores.” São Padre Pio de Pietrelcina