6. El hombre de Dios le preguntó: «¿Dónde ha caído?» Y le mostraron el lugar. Entonces, Eliseo cortó un palo, lo arrojó allí y el hierro salió a flote.





“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina