Sofonías, 3
16. Aquel día se dirá a Jerusalén: No temas, Sión, no decaigan tus manos.
16. Aquel día se dirá a Jerusalén: No temas, Sión, no decaigan tus manos.
El Capítulo 3 de las Sophonies comienza con una descripción de los pecados de Jerusalén y las consecuencias que vendrán debido a ellos. Sin embargo, desde el versículo 9, hay un cambio de tono y el Profeta comienza a hablar de la restauración que Dios traerá a su pueblo. Él promete que los restos de Israel serán purificados y renovados, y que alabarán a Dios de alegría. A continuación se presentan cinco versos de otros libros en la Biblia que se relacionan con los temas cubiertos en las sofonías 3:
Isaías 1:18: "Ven, reflexionemos juntos", dice el Señor. "Aunque sus pecados son rojos como escarlatas, se volverán blancos como la nieve; aunque son de goma como púrpura, como se convertirá la lana". Este versículo habla de la purificación que Dios ofrece a los pecadores que se arrepienten, así como las sofonías habla sobre la purificación del remanente de Israel.
Salmo 51:10: "Crea en mí un corazón puro, oh Dios, y renueva dentro de mí un espíritu estable". Este versículo también habla de purificación y renovación, pidiéndole a Dios que transforme el corazón y el espíritu del salmista.
Isaías 12:1: "En ese día dirás: '¡Te alaba, Señor! Porque estabas enojado contra mí, pero tu ira se ha desviado y me has consolado'." Este verso habla de la alegría que la gente de Dios sentirá cuando reciba su misericordia y consuelo, al igual que las sofonías promete que el remanente de Israel alabará a Dios de alegría.
Isaías 43:19: "¡Mira, estoy haciendo algo nuevo! Ella ya está emergiendo! ¡No lo reconoces? Incluso en el desierto avanzará en el desierto". Este versículo habla de la renovación y las cosas nuevas que Dios hará, al igual que las sofonías promete que Dios renovará a su pueblo.
Isaías 60:18: "Nunca se escuchará de violencia en su tierra, ni destrucción o ruina dentro de sus fronteras. Llamará a sus paredes y alabará sus puertas". Este versículo habla de la paz y la seguridad que Dios traerá a su pueblo, al igual que las sofonías promete que Dios restaurará y protegerá al remanente de Israel.
“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina
