21. Los levitas se purificaron, lavaron sus vestidos, y Aarón los ofreció al Señor con el rito de presentación e hizo sobre ellos el rito de absolución para purificarlos.





“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina