15. Como Rajab vivía en una casa adosada a la muralla de la ciudad, con una soga les hizo bajar por la ventana.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina