9. Queríamos curar a Babilonia, pero no se ha curado. Dejémosla y marchémonos cada uno a nuestra tierra. Sí, su condenación llega hasta el cielo, se eleva hasta las nubes.





“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina