13. ¿Por qué tú y tu pueblo queréis exponeros a morir a espada, de hambre y de peste, como ha anunciado el Señor a la nación que se niegue a someterse al rey de Babilonia?





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina