3. El ejército respondió: "No, tú no debes ir, porque si nosotros nos damos a la fuga, nadie se fijaría en nosotros; pero tú eres como diez mil hombres entre nosotros. Y es mejor que te quedes en la ciudad para venir a socorrernos".





“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina