12. Pero el hombre respondió a Joab: "Aunque me dieras mil monedas de plata, no pondría mi mano sobre el hijo del rey; porque llegó a nuestros oídos la orden que te dio el rey, lo mismo que a Abisay y a Itay, de que se respetara al joven Absalón.





“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina