14. El sacerdote Jelcías, Ajicán, Acbor, Safán y Asaías fueron a ver a la profetisa Juldá, esposa de Salún, hijo de Ticua y nieto de Jarjás, el guardarropa del templo. Juldá vivía en el barrio nuevo de Jerusalén. Le expusieron el caso,





“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina