3. Todos los israelitas, al ver descender el fuego y reposar sobre el templo la gloria del Señor, cayeron rostro a tierra sobre el pavimento, mientras adoraban y alababan al Señor repitiendo: "Porque es bueno, porque es eterno su amor".





“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina