I Tesalonicenses, 3
3. para que nadie se deje desalentar por estas tribulaciones. Pues bien sabéis vosotros mismos que son parte de nuestra vocación.
3. para que nadie se deje desalentar por estas tribulaciones. Pues bien sabéis vosotros mismos que son parte de nuestra vocación.
“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina