2. Habían hecho prisioneros a las mujeres y a todos los demás, chicos y grandes, pero sin matar a nadie. Los habían llevado y proseguían su camino.





“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina