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I Crónicas, 17

1. Cuando David se estableció en su palacio, dijo al profeta Natán: "Yo estoy viviendo en una casa de cedro, mientras que el arca de la alianza del Señor está bajo una tienda".

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1 Crónicas 17 cuenta la historia de cómo el rey David deseaba construir un templo para Dios, pero Dios prometió establecer la dinastía de David para siempre y que su hijo construiría el templo. David entonces agradece a Dios por su bondad y promesa.

1 Reyes 8:20-21: "El Señor cumplió la palabra que habló. Sucedió a David, mi padre, y me instalé en el trono de Israel, como prometió el Señor, y construyó un templo en honor al nombre del Señor, Dios de Israel ". Este versículo muestra cómo Salomón, hijo de David, construyó el templo que su padre quería construir.

2 Samuel 7:13-14: "Él será un templo en honor a mi nombre, y estableceré su trono para siempre. Seré su padre y él será mi hijo. Cuando se equivoque, lo castigaré con el hombre del hombre Rod y los azotes de los hombres ". Este versículo muestra la promesa de Dios a David, que su Hijo construiría el templo y que su dinastía se establecería para siempre.

1 Crónicas 22:7-8: "Mi hijo, quería construir un templo en honor al nombre del Señor, Dios mío. Pero la Palabra del Señor vino a mí, diciendo: 'Viertas mucha sangre y libró muchas guerras. Un templo en honor a mi nombre, porque vertió mucha sangre en la tierra ante mis ojos ". Este versículo muestra cómo Dios impidió que Dios construyera el templo debido al derramamiento de sangre en las guerras.

Salmo 89:35-37: "De ninguna manera elimino mi fidelidad de David, ni romperé mi pacto con él. Estableceré tu descenso para siempre y tu trono, como los días del cielo". Este versículo habla de la fidelidad de Dios a su promesa de establecer la dinastía de David para siempre.

Jeremías 23:5: "Llegarán los días, el Señor declara, en el que criaré a un descendiente justo, un rey que reinará con sabiduría y hará lo que es justo y correcto en la tierra". Este versículo habla de la profecía que Jesús, descendió de David, reinaría como un rey justo y sabio.





“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina