57. No pueden defenderse de ladrones ni de salteadores estos dioses de madera, plateados o dorados; aquéllos, más fuertes que ellos, les quitan el oro, la plata y los vestidos que los recubren, y se van con ello sin que los dioses puedan socorrerse a sí mismos.





“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina