7. El asta de su lanza era gruesa como el palo de un telar y el hierro de la punta pesaba unos seis kilos. Su escudero iba delante de él.





“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina