Znaleziono 361 Wyniki dla: sed

  • y había dado órdenes a sus servidores: "Cuando Amnón esté alegre por el vino y yo os diga: ¡Golpead a Amnón!, matadlo. No temáis, porque os lo he mandado yo. Cobrad ánimo y sed valientes". (II Samuel 13, 28)

  • miel, manteca y queso, carneros y toros, que ofrecieron a David y a su gente para que comieran; porque se dijeron: "El pueblo ha sufrido hambre, fatiga y sed en el desierto". (II Samuel 17, 29)

  • Los de Joab llegaron y lo asediaron en Abel Bet Maacá. Levantaron un terraplén contra la ciudad, y todo el ejército que seguía a Joab hacía minas para hacer caer la muralla. (II Samuel 20, 15)

  • Tú me hiciste escapar de las sediciones de los pueblos, a la cabeza de las naciones me pusiste. Un pueblo que yo no conocía ahora me sirve; (II Samuel 22, 44)

  • Ben Jésed, en Arubot; éste tenía también Soco y toda la región de Jéfer. (I Reyes 4, 10)

  • Cuando en el país haya hambre, peste, tizón, añublo, langosta o pulgón, si el enemigo los asedia en alguna de sus ciudades; en cualquier plaga o enfermedad, (I Reyes 8, 37)

  • Basá, hijo de Ajías, de la casa de Isacar, conspiró contra él, y le asesinó junto a Guibetón de los filisteos, mientras Nadab y todo Israel la estaban asediando. (I Reyes 15, 27)

  • Sedecías, hijo de Canaaná, se había hecho cuernos de hierro, y decía: "Esto dice el Señor: Con éstos acornearás a Siria hasta exterminarlo". (I Reyes 22, 11)

  • Y el Señor decía: ¿Quién seducirá a Ajab, para que vaya y muera en Ramot de Galaad? Y uno proponía una cosa y otro otra. (I Reyes 22, 20)

  • Pero se adelantó un espíritu y, de pie ante el Señor, dijo: Yo lo seduciré. El Señor le preguntó: ¿Cómo? (I Reyes 22, 21)

  • Y él respondió: Saldré y seré espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas. Y el Señor dijo: Tú lograrás seducirlo; vete y hazlo así. (I Reyes 22, 22)

  • Entonces Sedecías, hijo de Canaaná, dio una bofetada a Miqueas, y le dijo: "¿Es que el espíritu del Señor me ha dejado a mí para hablarte a ti?". (I Reyes 22, 24)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina