Znaleziono 7679 Wyniki dla: res

  • Todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Cayeron de rodillas ante el trono y adoraron a Dios, diciendo: (Apocalipsis 7, 11)

  • Yo le respondí: "Señor, tú lo sabes". Él me dijo: "Ésos son los supervivientes de la gran persecución, y han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del cordero. (Apocalipsis 7, 14)

  • pereció la tercera parte de los seres del mar y la tercera parte de las naves fue destruida. (Apocalipsis 8, 9)

  • El nombre de la estrella es ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos hombres murieron por estas aguas, que se habían vuelto amargas. (Apocalipsis 8, 11)

  • En mi visión oí un águila que volaba por medio del cielo y gritaba con voz potente: "¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra tan pronto como suenen las trompetas que los tres ángeles van a tocar!". (Apocalipsis 8, 13)

  • Pero se les ordenó que no hicieran daño a la hierba, al verde y a los árboles, sino solamente a los hombres que no tuvieran la señal de Dios en la frente; (Apocalipsis 9, 4)

  • En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la encontrarán; desearán morir, pero la muerte huirá de ellos. (Apocalipsis 9, 6)

  • Las langostas se parecían a caballos preparados para la guerra: en sus cabezas tenían coronas como de oro, y sus rostros eran como los de los hombres; (Apocalipsis 9, 7)

  • tenían los cabellos como los de las mujeres y los dientes como los de los leones; (Apocalipsis 9, 8)

  • sus colas, como las de los escorpiones, con aguijones, tienen el poder de dañar a los hombres durante cinco meses. (Apocalipsis 9, 10)

  • Y fueron soltados los cuatro ángeles que estaban dispuestos para la hora, el día, el mes y el año, a fin de exterminar a la tercera parte de los hombres. (Apocalipsis 9, 15)

  • La tercera parte de los hombres fue exterminada por estas tres plagas, fuego, humo y azufre, que salían de las bocas de los caballos. (Apocalipsis 9, 18)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina