Znaleziono 1753 Wyniki dla: pueblo hebreo

  • Porque la mente de este pueblo se ha embotado, han tapado sus oídos y han cerrado sus ojos para no ver con sus ojos, ni oír con los oídos, ni entender con la mente, ni convertirse para que los cure. (Hechos 28, 27)

  • Como dice en el libro de Oseas: Llamaré al que no es mi pueblo, pueblo mío; y a la no amada, amada. (Romanos 9, 25)

  • Y donde les dije: Vosotros no sois mi pueblo, allí serán llamados hijos del Dios vivo. (Romanos 9, 26)

  • Pero digo además: ¿Será que Israel no se ha dado cuenta? Moisés dice: Yo os provocaré a celos de uno que no es mi pueblo, y os irritaré contra un pueblo insensato. (Romanos 10, 19)

  • Pero a Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo incrédulo y rebelde. (Romanos 10, 21)

  • Yo pregunto: ¿Es que Dios ha rechazado a su pueblo? De ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abrahán, de la tribu de Benjamín. (Romanos 11, 1)

  • Dios no ha rechazado a su pueblo, a quien de antemano eligió. ¿Es que no sabéis lo que dice la Escritura a propósito de Elías, cuando éste interviene contra Israel? (Romanos 11, 2)

  • Y en otro lugar: Alegraos, naciones, con el pueblo de Dios. (Romanos 15, 10)

  • Pues el marido no creyente queda consagrado a Dios por la mujer cristiana, y la mujer no creyente queda consagrada a Dios por el marido cristiano; de lo contrario, vuestros hijos serían impuros, mientras que ahora pertenecen al pueblo de Dios. (I Corintios 7, 14)

  • No os hagáis idólatras, como algunos de ellos, según dice la Escritura: El pueblo se sentó a comer y beber, y se levantó para divertirse. (I Corintios 10, 7)

  • Fijaos en el pueblo de Israel. ¿No quedan unidos al altar los que comen de las víctimas ofrecidas en él? (I Corintios 10, 18)

  • Está escrito en la ley: Hablaré a este pueblo en lenguas extrañas y por boca de extranjeros, y ni aun así me escucharán, dice el Señor. (I Corintios 14, 21)


“Caminhe sempre e somente no bem e dê, cada dia, um passo à frente na linha vertical, de baixo para cima.” São Padre Pio de Pietrelcina