Znaleziono 512 Wyniki dla: otro

  • Por eso no tienes excusa, tú, quienquiera que seas, al juzgar; porque en lo que juzgas a otro, a ti mismo te condenas, ya que haces tú las mismas cosas que juzgas. (Romanos 2, 1)

  • tú, que enseñas a otro, ¿por qué no te enseñas a ti mismo? Tú, que predicas que no hay que robar, ¿por qué robas? (Romanos 2, 21)

  • Por consiguiente, mientras vive el marido, será adúltera si se une con otro hombre; pero si el marido muere, queda libre de la ley del matrimonio y no es adúltera si se une con otro. (Romanos 7, 3)

  • Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley en la persona de Cristo, a fin de pertenecer a otro, al resucitado de entre los muertos, para que produzcamos frutos para Dios. (Romanos 7, 4)

  • ¿O es que el alfarero no tiene poder sobre el barro para hacer de una misma masa un vaso de lujo y otro corriente? (Romanos 9, 21)

  • Pues así como vosotros en otro tiempo fuisteis desobedientes a Dios y ahora habéis conseguido misericordia por la desobediencia de ellos, (Romanos 11, 30)

  • Porque: No cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás y cualquier otro mandamiento, todo se reduce a esto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Romanos 13, 9)

  • Porque hay quien cree que puede comer de todo; en cambio, otro, que es débil en la fe, come sólo verduras. (Romanos 14, 2)

  • Uno distingue un día de otro día, otro juzga todos los días iguales; cada uno proceda según su propia opinión. (Romanos 14, 5)

  • Y en otro lugar: Alegraos, naciones, con el pueblo de Dios. (Romanos 15, 10)

  • Porque cuando uno dice: "Yo soy de Pablo", y otro: "Yo de Apolo", ¿no procedéis de una manera puramente humana? (I Corintios 3, 4)

  • Según el don que Dios me ha concedido, yo puse los cimientos como buen arquitecto, y otro construye el edificio. Que cada uno mire cómo construye. (I Corintios 3, 10)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina