Znaleziono 757 Wyniki dla: días santos

  • saldrá fuera, a la puerta de la casa, y la cerrará durante siete días. (Levítico 14, 38)

  • Cuando el paciente esté curado de su derrame, contará siete días para su purificación; lavará sus vestidos, bañará su cuerpo en agua corriente y será puro. (Levítico 15, 13)

  • "Cuando una mujer tenga su período normal de menstruación, será considerada impura durante siete días. El que la toque será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 19)

  • Si un hombre se acuesta con ella, contrae la impureza de su menstruación y será impuro durante siete días; todo lecho sobre el que duerma será impuro. (Levítico 15, 24)

  • El lecho sobre el que haya dormido durante el tiempo de su hemorragia será para ella como el lecho de los días de su menstruación, y todo mueble sobre el que se haya sentado será impuro, como si se tratara de la impureza de su menstruación. (Levítico 15, 26)

  • Cuando esté curada de su hemorragia, contará siete días, pasados los cuales será pura. (Levítico 15, 28)

  • "Di a toda la comunidad de los israelitas: Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. (Levítico 19, 2)

  • Santificaos y sed santos, porque yo soy el Señor, vuestro Dios. (Levítico 20, 7)

  • Sed para mí santos, porque santo soy yo, el Señor, que os he separado de las gentes para que seáis míos. (Levítico 20, 26)

  • "Cuando nace un becerro, un cordero o un cabrito, estarán siete días con su madre; a partir del día octavo podrán ser aceptados como ofrendas quemadas en honor del Señor. (Levítico 22, 27)

  • Durante seis días trabajaréis, pero el séptimo es sábado, día de descanso absoluto y de asamblea santa; no haréis en él trabajo alguno. Dondequiera que viváis, es día de descanso dedicado al Señor". (Levítico 23, 3)

  • y el día quince del mismo mes es la fiesta de los panes sin levadura del Señor: durante siete días comeréis pan sin levadura. (Levítico 23, 6)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina