Znaleziono 391 Wyniki dla: campo de batalla

  • Consternaos, campesinos; lamentaos, viñadores, por el trigo y la cebada; perdida está la cosecha del campo. (Joel 1, 11)

  • Se ha secado el viñedo, se ha agostado la higuera, el granado, la palmera, el manzano, todos los árboles del campo están secos. ¡Ha desaparecido la alegría entre los hombres! (Joel 1, 12)

  • A ti clamo, Señor, porque el fuego ha devorado los pastizales del desierto, la llama ha consumido todos los árboles del campo. (Joel 1, 19)

  • Como un estrépito de carros que saltan sobre las cimas de los montes, como el crujir de la llama que devora el rastrojo: un pueblo poderoso puesto en orden de batalla. (Joel 2, 5)

  • No temáis, bestias del campo, pues ya reverdecen los pastizales del desierto, los árboles producen su fruto, la higuera y la vid dan su riqueza. (Joel 2, 22)

  • prenderé fuego a los muros de Rabbá y devorará sus palacios entre el clamor de un día de batalla y el torbellino de un día de huracán. (Amós 1, 14)

  • También os negué la lluvia los tres meses antes de la siega, e hice llover sobre una ciudad y sobre otra no; en un campo llovió y otro campo se secó por falta de lluvia. (Amós 4, 7)

  • Haré de Samaría un montón de piedras en el campo, un lugar para plantar viñas. Haré rodar sus piedras en el valle, pondré al desnudo sus cimientos. (Miqueas 1, 6)

  • Por eso, por culpa vuestra, Sión será arada como un campo, Jerusalén se volverá un montón de ruinas, el monte del templo un cúmulo de maleza. (Miqueas 3, 12)

  • Retuércete de dolor y gime, hija de Sión, como mujer en parto, porque ahora saldrás de la ciudad; irás a vivir en el campo, llegarás hasta Babilonia y allí serás salvada de la mano de tus enemigos. (Miqueas 4, 10)

  • Apacienta a tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu herencia, que anda solitario en el bosque en medio de un campo feraz. Que pasten como antaño en Basán y en Galaad. (Miqueas 7, 14)

  • El escudo de sus guerreros es rojo, sus soldados visten de escarlata; brilla en los carros el acero cuando se alinean para la batalla y se agitan las lanzas. (Nahún 2, 4)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina