Znaleziono 949 Wyniki dla: Servicio en el templo

  • y libres del pecado, os habéis entregado al servicio de la justicia (Romanos 6, 18)

  • (os estoy hablando en lenguaje sencillo para que podáis entenderme). Porque lo mismo que antes entregasteis vuestro cuerpo al servicio de la inmoralidad y el desorden, para vivir desordenadamente, así ahora entregadlo al servicio de la justicia, para vivir consagrados a Dios. (Romanos 6, 19)

  • Pero ahora, libres del pecado y al servicio de Dios, tenéis como fruto la consagración a Dios y como resultado final la vida eterna. (Romanos 6, 22)

  • el que tenga el de servicio a los demás, que les sirva bien; el que tenga el de enseñar, que se dedique a la enseñanza; (Romanos 12, 7)

  • pues la autoridad está al servicio de Dios para ayudarte a portarte bien. Pero si te portas mal, échate a temblar, porque no en vano la autoridad lleva la espada y está al servicio de Dios para castigar al delincuente. (Romanos 13, 4)

  • También por esta razón pagáis los impuestos, porque los gobernantes están al servicio de Dios y se dedican a ese oficio. (Romanos 13, 6)

  • Como creyente en Cristo Jesús, tengo motivos para estar orgulloso de mi servicio a Dios. (Romanos 15, 17)

  • ¿No sabéis que sois templos de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; (I Corintios 3, 16)

  • porque el templo de Dios, que sois vosotros, es santo. (I Corintios 3, 17)

  • ¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que habita en vosotros, y que habéis recibido de Dios? Ya no os pertenecéis a vosotros mismos. (I Corintios 6, 19)

  • ¿No sabéis que los que ejercen funciones sagradas viven del templo, y los que sirven al altar del altar participan? (I Corintios 9, 13)

  • Hermanos, os voy a pedir un favor: sabéis que la familia de Esteban fue la primera que se hizo cristiana en la región de Acaya y que se ha consagrado al servicio de los fieles. (I Corintios 16, 15)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina