Znaleziono 99 Wyniki dla: Piedad
no le hagas caso ni le escuches, no tengas piedad de él, no le perdones ni encubras su falta. (Deuteronomio 13, 9)
No tendrá piedad de él. Alejarás de Israel todo derramamiento de sangre inocente, y serás feliz. (Deuteronomio 19, 13)
gente de aspecto feroz, que no tendrá miramientos con el anciano, ni piedad con el niño. (Deuteronomio 28, 50)
Porque el Señor había decretado que todas estas ciudades endureciesen su corazón para que combatiesen contra los israelitas; y los israelitas los exterminaron por completo y sin piedad, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. (Josué 11, 20)
Él replicó: "Hija mía; este segundo acto de piedad es todavía mejor que el primero, pues no has buscado ningún joven, rico o pobre. (Rut 3, 10)
Anda, castiga a Amalec y destruye sin piedad todas sus cosas; mata hombres y mujeres, mayores y pequeños, bueyes y ovejas, camellos y asnos". (I Samuel 15, 3)
Abner se indignó mucho por estas palabras de Isbaal, y le dijo: "¿Soy yo, acaso, una cabeza de perro? Yo he tenido piedad de la casa de Saúl, con sus hermanos y sus amigos, y no te he dejado caer en manos de David; ¿y ahora me recriminas por una mujer? (II Samuel 3, 8)
y pagará cuatro veces el valor de la corderilla por haber hecho esto y haber obrado sin piedad". (II Samuel 12, 6)
Él respondió: "Cuando todavía vivía el niño, ayunaba y lloraba, porque me decía: ¡Quién sabe si el Señor tendrá piedad de mí y hará que el niño viva! (II Samuel 12, 22)
Y los enterraron todos en el territorio de Benjamín, en Selá, en el sepulcro de Quis, padre de Saúl. Se hizo todo lo que había ordenado el rey; y después de esto Dios tuvo piedad del país. (II Samuel 21, 14)
perdona a tu pueblo los pecados y todas las rebeliones que hayan cometido contra ti, y haz que encuentren misericordia en sus deportadores, para que éstos tengan de ellos piedad, (I Reyes 8, 50)
El resto de la historia de Ezequías y sus obras de piedad están escritas en la visión del profeta Isaías, hijo de Amós, en el libro de los reyes de Judá y de Israel. (II Crónicas 32, 32)