Znaleziono 147 Wyniki dla: Nunca
Ahora, Señor, Dios de Israel, cumple también lo que prometiste a tu siervo David, mi padre: No te faltará nunca en mi presencia un varón que se siente sobre el trono de Israel, con tal que tus hijos se porten bien y sigan mis caminos como lo has hecho tú. (I Reyes 8, 25)
Luego ofreció al rey cuatro mil kilos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca más se vio tanta cantidad de aromas como la que la reina de Sabá ofreció al rey Salomón. (I Reyes 10, 10)
y doce leones a ambos lados de las gradas. Nunca se había hecho cosa semejante en reino alguno. (I Reyes 10, 20)
El rey de Israel respondió a Josafat: "Hay todavía uno por medio del cual podemos consultar al Señor; pero yo le odio porque nunca me profetiza cosas buenas, sino cosas malas. Es Miqueas, hijo de Yimlá". Josafat dijo: "No hable así el rey". (I Reyes 22, 8)
El rey de Israel dijo a Josafat: "¿No te decía yo que nunca me profetiza bienes, sino males?". (I Reyes 22, 18)
En verdad, nunca se había celebrado una pascua como ésta desde el tiempo de los jueces que habían gobenado a Israel, ni en todo el tiempo de los reyes de Israel y de Judá. (II Reyes 23, 22)
El Señor ensalzó grandemente al rey Salomón ante todo el pueblo y le concedió un reinado tan glorioso cual nunca rey alguno había tenido antes de él en Israel. (I Crónicas 29, 25)
Ahora, Señor, Dios de Israel, cumple también lo que prometiste a tu siervo David, mi padre: No te faltará nunca en mi presencia un varón que se siente sobre el trono de Israel, con tal que tus hijos se porten bien y sigan tus caminos, como lo has hecho tú. (II Crónicas 6, 16)
Luego ofreció al rey ciento cuatro mil kilos de oro y gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca más se vio tanta cantidad de aromas como la que la reina de Sabá ofreció al rey Salomón. (II Crónicas 9, 9)
Con las maderas el rey hizo balaustradas para el templo del Señor y para el palacio real, y cítaras y arpas para los cantores. Nunca se había visto una madera igual en el reino de Judá. (II Crónicas 9, 11)
y doce leones a ambos lados de las gradas. Nunca se había hecho cosa semejante en reino alguno. (II Crónicas 9, 19)
El rey de Israel respondió a Josafat: "Hay todavía uno por medio del cual podemos consultar al Señor; pero yo le odio porque nunca me profetiza cosas buenas, sino cosas malas; es Miqueas, hijo de Yimlá". Josafat dijo: "No hable así el rey". (II Crónicas 18, 7)