Znaleziono 11 Wyniki dla: Jananí

  • El Señor dirigió a Jehú, hijo de Jananí, esta palabra contra Basá: (I Reyes 16, 1)

  • El Señor, por medio del profeta Jehú, hijo de Jananí, dirigió su palabra contra Basá y contra su casa, no sólo por todo lo malo que hizo a los ojos del Señor, irritándole con sus acciones y haciéndose semejante a la casa de Jeroboán, sino por haber exterminado a ésta. (I Reyes 16, 7)

  • Hijos de Hemán: Buquías, Matanías, Uziel, Sebuel, Yerimot, Jananías, Jananí, Eliatá, Guidalti, Romanti Ezer, Yosbecasa, Maloti, Hotir y Majaziot. (I Crónicas 25, 4)

  • el decimoctavo, Jananí, sus hijos y hermanos: doce en total; (I Crónicas 25, 25)

  • Fue entonces cuando el profeta Jananí se presentó a Asá, rey de Judá, y le dijo: "Por haberte apoyado sobre el rey de Siria y no sobre el Señor, tu Dios, por eso se te escapará de las manos la fuerza del rey de Siria. (II Crónicas 16, 7)

  • El profeta Jehú, hijo de Jananí, le salió al encuentro y le dijo: "¿Ayudas al malvado y amas a los enemigos del Señor para atraer así su ira contra ti? (II Crónicas 19, 2)

  • El resto de la historia de Josafat, desde el principio hasta el fin, se encuentra en las crónicas de Jehú, hijo de Jananí, que fueron insertadas en el libro de los reyes de Israel. (II Crónicas 20, 34)

  • Entre los descendientes de Imer: Jananí y Zebadías. (Esdras 10, 20)

  • Jananí, uno de mis hermanos, llegó con algunos hombres de Judá. Yo le pregunté por los judíos, los supervivientes salvados del destierro, y por Jerusalén. (Nehemías 1, 2)

  • Puse al frente de Jerusalén a mi hermano Jananí y a Jananías, comandante de la ciudadela, porque era un hombre fiel y temeroso de Dios más que los otros, (Nehemías 7, 2)

  • y sus hermanos Semayas, Azarel, Milalay, Guilalay, Maay, Natanael, Judá, Jananí, con los instrumentos musicales prescritos por David, hombre de Dios. Esdras, el escriba, iba al frente de ellos. (Nehemías 12, 36)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina