Znaleziono 124 Wyniki dla: Incienso

  • ¿No ha sido Ezequías quien ha destruido las colinas y sus altares y ha dicho a Judá y a Jerusalén que se postren sólo ante un altar y sólo en él quemen incienso? (II Crónicas 32, 12)

  • por haberme abandonado y haber quemado incienso a dioses extranjeros provocando mi indignación con todas las obras de sus manos. Mi cólera se encenderá contra este lugar y no se apagará. (II Crónicas 34, 25)

  • había puesto a disposición de éste un local grande en el que antes se depositaban las ofrendas, el incienso, los utensilios, los diezmos del grano, del vino y del aceite, es decir, lo que les correspondía a los levitas, a los cantores y a los porteros y la porción debida a los sacerdotes. (Nehemías 13, 5)

  • luego mandé purificar el local e hice reintegrar allí los utensilios del templo de Dios, las ofrendas y el incienso. (Nehemías 13, 9)

  • Cuando entres en la habitación matrimonial, toma un trozo del hígado y del corazón del pez y échalos en el brasero del incienso. Dará olor y, en cuanto huela, el demonio huirá para no volver más. (Tobías 6, 17)

  • Tobías recordó entonces las palabras de Rafael. Sacó de su talega el hígado y el corazón del pez y los echó en el brasero del incienso. (Tobías 8, 2)

  • Judit se postró con el rostro en tierra, echó ceniza sobre su cabeza y dejó al descubierto el áspero sayal que llevaba. Era precisamente la hora en que se ofrecía en Jerusalén el incienso de la tarde en el templo de Dios, cuando clamó al Señor así: (Judit 9, 1)

  • que mi oración sea como incienso en tu presencia, y mis manos alzadas, la ofrenda de la tarde. (Salmos 141, 2)

  • En las puertas de las casas y en las plazas ofrecían incienso; (I Macabeos 1, 55)

  • Quemaron incienso sobre el altar y encendieron las lámparas del candelabro, que iluminaron el interior del templo. (I Macabeos 4, 50)

  • Una vez arriba, Jeremías encontró una caverna y en ella metió el tabernáculo, el arca y el altar del incienso, y cerró la entrada. (II Macabeos 2, 5)

  • Purificaron el templo, hicieron otro altar, sacaron fuego del pedernal, encendieron de nuevo la luz y el fuego y ofrecieron sacrificios; quemaron incienso y ofrecieron los panes de la proposición, renovándolo todo, después de una interrupción de dos años. (II Macabeos 10, 3)


“O homem sem Deus é um ser mutilado”. São Padre Pio de Pietrelcina