Znaleziono 203 Wyniki dla: Importancia del Arca

  • Entonces el Señor me dijo: Talla dos tablas de piedra como las primeras, tráemelas a la montaña y hazte un arca de madera. (Deuteronomio 10, 1)

  • Yo escribiré sobre las tablas las palabras escritas sobre las primeras, que tú rompiste, y luego las guardarás en el arca. (Deuteronomio 10, 2)

  • Hice, pues, un arca de madera de acacia, tallé dos tablas de piedra como las primeras y subí con ellas a la montaña. (Deuteronomio 10, 3)

  • Yo bajé del monte, coloqué las tablas en el arca que había hecho, y allí quedaron depositadas, como el Señor me había ordenado. (Deuteronomio 10, 5)

  • El Señor puso entonces aparte la tribu de Leví, destinándola a llevar el arca de la alianza del Señor, a estar en su presencia, darle culto y bendecir en su nombre, como siguen haciendo hasta hoy. (Deuteronomio 10, 8)

  • Moisés escribió luego esta ley y la entregó a los sacerdotes levitas, que llevaban el arca de la alianza del Señor, y a todos los ancianos de Israel. (Deuteronomio 31, 9)

  • dio estas órdenes a los levitas que llevaban el arca de la alianza del Señor: (Deuteronomio 31, 25)

  • "Tomad este libro de la ley y ponedlo al lado del arca de la alianza del Señor, vuestro Dios; que esté allí como testimonio contra ti, (Deuteronomio 31, 26)

  • No es cosa sin importancia para vosotros, puesto que la ley es vuestra vida, y por ella prolongaréis vuestros días sobre la tierra que vais a poseer una vez cruzado el Jordán". (Deuteronomio 32, 47)

  • y dieron al pueblo la siguiente orden: "Cuando veáis que los sacerdotes levitas se disponen a llevar el arca de la alianza del Señor, vuestro Dios, poneos en marcha y seguidla. (Josué 3, 3)

  • Y a los sacerdotes: "Llevad el arca de la alianza y pasad el río delante del pueblo". Ellos tomaron el arca de la alianza y pasaron delante del pueblo. (Josué 3, 6)

  • Tú darás esta orden a los sacerdotes que llevan el arca: Cuando lleguéis a la orilla del Jordán, os pararéis dentro del río". (Josué 3, 8)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina