Znaleziono 1922 Wyniki dla: Campamento de Israel

  • Yo no lo conocía; pero si yo he venido a bautizar con agua es para que él se dé a conocer a Israel". (Juan 1, 31)

  • Natanael le respondió: "Rabí, tú eres el hijo de Dios, tú eres el rey de Israel". Jesús le contestó: (Juan 1, 49)

  • Jesús respondió: "¿Tú eres maestro de Israel y no lo sabes? (Juan 3, 10)

  • tomaron ramos de palmas y salieron a su encuentro, gritando: "¡Viva! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡El rey de Israel!". (Juan 12, 13)

  • Los que estaban con él le preguntaron: "Señor, ¿vas a restablecer ya el reino de Israel?". (Hechos 1, 6)

  • Tenga, pues, todo Israel la certeza de que Dios ha constituido señor y mesías a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado". (Hechos 2, 36)

  • Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: "Jefes del pueblo y ancianos de Israel, (Hechos 4, 8)

  • sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que éste se encuentra sano ante vosotros en virtud del nombre de Jesucristo, el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y Dios resucitó de entre los muertos. (Hechos 4, 10)

  • Así ha sido. En esta ciudad, Herodes y Poncio Pilato se confabularon con los paganos y gentes de Israel contra tu santo siervo Jesús, tu mesías, (Hechos 4, 27)

  • Obedecieron, entraron de madrugada en el templo y se pusieron a enseñar. Entretanto, el sumo sacerdote y sus partidarios convocaron al tribunal supremo y a todos los dirigentes de Israel, y mandaron a la cárcel a buscar a los apóstoles. (Hechos 5, 21)

  • Dios lo ha ensalzado con su diestra como jefe y salvador para dar a Israel el arrepentimiento y el perdón de los pecados. (Hechos 5, 31)

  • Dios, entonces, les volvió las espaldas y los entregó al culto de los astros, como está escrito en el libro de los profetas: ¿Me ofrecisteis sacrificios y ofrendas en el desierto durante cuarenta años, casa de Israel? (Hechos 7, 42)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina