Znaleziono 116 Wyniki dla: Caballos

  • Los etíopes y los libios constituían un ejército numeroso, con una gran cantidad de carros y caballos. Y, sin embargo, fueron entregados en tus manos porque tú pusiste la confianza en el Señor. (II Crónicas 16, 8)

  • Lo transportaron sobre caballos y lo enterraron con sus padres en la ciudad de David. (II Crónicas 25, 28)

  • Tenían, además, setecientos treinta y seis caballos, doscientos cuarenta y cinco mulos, (Esdras 2, 66)

  • A partir de la puerta de los Caballos trabajaron los sacerdotes, cada uno frente a su propia casa. (Nehemías 3, 28)

  • Tenían, además, setecientos treinta y seis caballos, doscientos cuarenta y cinco camellos y seis mil setecientos veinte asnos. (Nehemías 7, 68)

  • "Esto dice el rey grande, el señor de toda la tierra: Mira, al salir de mi presencia, reúne contigo hombres de valor probado, unos ciento veinte mil de infantería y gran número de caballos con doce mil jinetes, (Judit 2, 5)

  • Los asirios se han crecido con su poder, se han enorgullecido de sus caballos y jinetes, se han jactado de la fortaleza de su infantería, confían en la espada y en la jabalina, en el arco y en la honda, pero no quieren reconocer que tú eres el Señor que decide las guerras. (Judit 9, 7)

  • Vinieron los asirios de las montañas del norte con su ejército incontable. La multitud cerraba los valles y los caballos cubrían los montes. (Judit 16, 3)

  • Las cartas se escribieron en nombre del rey Asuero, se sellaron con su anillo y se mandaron por correo, en veloces caballos de las caballerizas reales. (Ester 8, 10)

  • En caballos del rey salieron presurosos los correos, conforme a la orden del rey, y el decreto fue también publicado en la ciudad de Susa. (Ester 8, 14)

  • Unos confían en los carros, otros en los caballos, nosotros en el nombre del Señor, nuestro Dios; (Salmos 20, 8)

  • Ante tu amenaza, oh Dios de Jacob, carros y caballos quedaron inmóviles. (Salmos 76, 7)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina