Znaleziono 1999 Wyniki dla: Ésta

  • Jacob dijo a Simeón y Leví: "Me habéis puesto en gran aprieto, haciéndome odioso a los hombres de esta tierra, a los cananeos y a los fereceos. Yo cuento con pocos hombres; ellos se unirán, me vencerán y seré aniquilado yo con toda mi casa". (Génesis 34, 30)

  • Y entre las angustias del parto, la partera le dijo: "No temas, que también esta vez tendrás un hijo". (Génesis 35, 17)

  • Y mientras vivía en esta tierra, Rubén fue y se acostó con Bihlá, la concubina de su padre, de lo cual se enteró Israel. Los hijos de Israel fueron doce. (Génesis 35, 22)

  • Ésta es la genealogía de Esaú, o sea, Edón. (Génesis 36, 1)

  • Ésta es la genealogía de Esaú, padre de los edomitas en la montaña de Seír. (Génesis 36, 9)

  • regresó adonde sus hermanos y dijo: "¡El muchacho no está allí! ¿Adónde iré yo?". (Génesis 37, 30)

  • Ésta concibió y dio a luz un hijo, al que llamó Er. (Génesis 38, 3)

  • Preguntó a las gentes del lugar: "¿Dónde está la prostituta que estaba en Enáyim junto al camino?". Y ellos le respondieron: "Jamás hubo aquí ninguna prostituta". (Génesis 38, 21)

  • Ni él es más poderoso que yo en esta casa. Nada me ha prohibido más que a ti, puesto que tú eres su mujer. ¿Cómo podría yo cometer un mal tan grande y pecar contra Dios?". (Génesis 39, 9)

  • Acuérdate de mí cuando te llegue ese día; sé bueno conmigo y háblale al Faraón de mí para que me saque de esta cárcel. (Génesis 40, 14)

  • Y el repetirse dos veces el sueño del Faraón significa que la cosa está firmemente decidida por Dios y que está a punto de realizarla. (Génesis 41, 32)

  • Esta propuesta pareció bien al Faraón y a todos sus servidores. (Génesis 41, 37)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina