Znaleziono 55 Wyniki dla: propios

  • En Ribla, el rey de Babilonia mandó degollar a los hijos de Sedecías ante sus propios ojos, y lo mismo hizo con todos los nobles de Judá. (Jeremías 39, 6)

  • En Ribla mandó degollar a los hijos de Sedecías ante sus propios ojos, y lo mismo hizo con todos los jefes de Judá. (Jeremías 52, 10)

  • Con esto, el príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo; no le quitará lo que le pertenece, sino que de sus propios bienes dará una herencia a sus hijos; así mi pueblo no será despojado de su herencia". (Ezequiel 46, 18)

  • Con sus propios ojos podrán ustedes comprobar esto; entonces exclamarán: «El poder de Yavé traspasa las fronteras de Israel.» (Malaquías 1, 5)

  • Juana, mujer de un administrador de Herodes, llamado Cuza; Susana, y varias otras que los atendían con sus propios recursos. (Evangelio según San Lucas 8, 3)

  • La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba como propios sus bienes, sino que todo lo tenían en común. (Hecho de los Apóstoles 4, 32)

  • Por eso Dios los abandonó a sus pasiones secretas; se entregaron a la impureza y deshonraron sus propios cuerpos. (Carta a los Romanos 1, 24)

  • No entiendo mis propios actos: no hago lo que quiero y hago las cosas que detesto. (Carta a los Romanos 7, 15)

  • Esas personas no sirven a Cristo, nuestro Señor, sino a sus propios estómagos, engañando a los ingenuos con palabras bonitas y piadosas. (Carta a los Romanos 16, 18)

  • ¿Cómo me atrevería a igualarme o a compararme con esa gente que proclama sus propios méritos? ¡Tontos! No tienen otro modelo ni usan otro criterio que ellos mismos. (2º Carta a los Corintios 10, 12)

  • No hablaré el lenguaje del Señor, pues sería locura creer en mis propios méritos. (2º Carta a los Corintios 11, 17)

  • Así deben también los maridos amar a sus esposas como aman a sus propios cuerpos: amar a la esposa, es amarse a sí mismo. (Carta a los Efesios 5, 28)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina