Znaleziono 177 Wyniki dla: dejó

  • por su sola palabra se multiplicaban los prodigios. El Señor lo glorificó en presencia de los reyes, le dio mandamientos para su pueblo y le dejó ver un reflejo de su gloria. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 3)

  • Dejó que entrara en su misterio ese hombre fiel y amable, al que había escogido entre todos. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 4)

  • Entonces el Señor hizo resonar su trueno en el cielo y dejó oír su voz con gran estruendo. (Sirácides (Eclesiástico) 46, 17)

  • Cuando Salomón fue a descansar con sus padres, dejó como sucesor al más loco del pueblo, a un hombre sin inteligencia: ese Roboam, con sus decisiones, fue el culpable de la revuelta del pueblo. (Sirácides (Eclesiástico) 47, 23)

  • Hizo que cayera sobre ellos el hambre, su amor lleno de celo los redujo casi a la nada. 3¡Una palabra del Señor, y el cielo retenía la lluvia! Tres veces además dejó caer el rayo. (Sirácides (Eclesiástico) 48, 2)

  • Inspirado de manera extraordinaria, Isaías vio lo que iba a pasar y dejó un mensaje a los afligidos de Sión. (Sirácides (Eclesiástico) 48, 24)

  • También Nehemías dejó un gran recuerdo: volvió a levantar nuestras murallas en ruinas, restauró nuestras puertas y sus cerrojos, reconstruyó nuestras casas. (Sirácides (Eclesiástico) 49, 13)

  • O bien, ¿a quién debo yo dinero, y a quién los he vendido? Por culpa de sus pecados fueron vendidos y por sus infidelidades me divorcié de su madre. ¿Por qué, cuando llegué, no encontré a nadie, y cuando llamé, nadie me respondió? ¿Se me habrá acortado el brazo, que no alcanza a salvar, o será que ya no tengo fuerzas? Con un solo gesto dejo seco el mar y cambio los ríos en desiertos. Sus peces, sin agua, quedan en seco y mueren de sed. (Isaías 50, 2)

  • ¡Mientras que los hijos de Jonadab, hijo de Recab, cumplieron la orden que les dejó su padre, este pueblo, en cambio, ni siquiera se ha parado a escucharme! (Jeremías 35, 16)

  • En cuanto a los pobres, que no poseían ninguna cosa, los dejó en la tierra de Judá, dándoles, al mismo tiempo, viñas y campos. (Jeremías 39, 10)

  • Ahora viene lo que Yavé le habló a Jeremías, después que Nebuzardán, comandante de la guardia, lo dejó en libertad, cuando, en Ramá, lo sacó de en medio de los cautivos de Jerusalén y de Judá que iban desterrados a Babilonia, entre los cuales se encontraba encadenado. (Jeremías 40, 1)

  • El pueblo de Sión dice: «Me comió y me chupó el rey de Babilonia; me dejó como un plato vacío, me tragó igual que un dragón, se llenó su estómago con mis mejores presas. (Jeremías 51, 34)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina