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Génesis, 40

8. Y le contestaron: «Los dos hemos tenido un sueño y nos falta quien lo interprete.» José les dijo: «¿No es Dios quien da el interpretar los sueños? Vamos, cuéntenme lo que soñaron.»

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Génesis 40 cuenta la historia de Joseph en prisión, donde encuentra a dos sirvientes del faraón que fueron arrestados por desagradar el faraón. Tenían sueños y Joseph, a su vez, interpretaron sus sueños, prediciendo que uno sería liberado y el otro ejecutado. Aquí hay cinco versos relacionados con los temas del capítulo:

Salmo 146:7: "Defiende la causa de los oprimidos y alimenta a los hambrientos". Joseph estaba injustamente atascado, pero Dios estaba con él y le dio sabiduría para interpretar los sueños de los sirvientes. Este versículo enfatiza la bondad y la justicia de Dios, que protege a los oprimidos y satisface sus necesidades.

Eclesiastés 3:1: "Para todo hay una cierta ocasión; hay un cierto tiempo para cada propósito bajo el cielo". El hecho de que se liberen un siervos y el otro ejecutado demuestra cómo suceden las cosas en el momento adecuado de Dios. Este versículo nos recuerda que hay un propósito y tiempo para todo lo que sucede en nuestras vidas.

Isaías 42:6-7: "Yo, el Señor, lo llamé con justicia; lo tomé de la mano y lo guardé; lo di como un pacto para la gente y como luz para las naciones". José fue llamado por Dios para que interpretara los sueños de los sirvientes y, por lo tanto, se convirtió en una luz para ellos. Este versículo muestra cómo Dios nos llama a cumplir un propósito específico en nuestras vidas.

Proverbios 16:3: "Consacto al Señor todo lo que haces, y tus planes tendrán éxito". Joseph confió a Dios incluso durante su arresto injusto, y Dios lo bendijo con sabiduría y favor. Este versículo nos enseña cómo entregar todos nuestros planes y acciones a Dios, confiando en que nos llevará al éxito.

Mateo 25:36: "Me han arrestado y me visitaste". Cuando Joseph interpretó los sueños de los sirvientes, mostró amabilidad y cuidado, a pesar de que fue arrestado. Este versículo nos recuerda que debemos mostrar amor y cuidado por los demás, incluidos los que están en prisión, siguiendo el ejemplo de Jesús.





“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina