20. También quise saber lo de los diez cuernos que tenía en la cabeza, y del otro cuerno que le había salido y de los tres primeros que se le cayeron; y de este cuerno con ojos y boca que hablaba con soberbia y que parecía mayor que los otros





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina