40. Cuando se oyó el toque de la trompeta, todo el pueblo empezó a dar vivas al rey Salomón. Después Salomón se puso a la cabeza de un desfile, y subieron todos tocando flautas y lanzando aclamaciones de alegría; era tal el estruendo que hacía estremecer la tierra.





“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina